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¿Falta de inspiración

o autohomenaje?
Con la expectativa que genera que este año se celebrarán los Juegos Olímpicos París 2024. la cercanía del evento hizo que fuera imposible no recordar la ceremonia inaugural de los juegos celebrados hace casi 16 años, Beijing 2008.
La ceremonia inaugural – desde que el comité organizador de Barcelona 92 elevara los estándares por las nubes – es esperada por propios y extraños, amantes o no, de los deportes.
Actualmente tanto la gala inaugural como de clausura son producciones a nivel Hollywood, cuya planeación y realización inicia recién se sabe cuál será la siguiente sede que albergará los juegos 7 años después de que se da a conocer.

Para el caso de Beijing 2008, fue desde el año 2001 que el comité organizador comisionó al compositor Tan Dun para la producción musical de la gala olímpica, que por aquel entonces acababa de ganar el Oscar de la Academia por su banda sonora para la película “Crouching Tiger, Hidden Dragon”.

Tan Dun es ganador además del Grammy, entre otros reconocidos galardones. Su música se caracteríza principalmente por poseer un sonido muy orgánico, partiendo siempre de raíces muy tradicionales para su composición; logrando así crear una atmósfera cautivadora con sus notas.

Al inicio de Beijing 2008, pudimos disfrutar de una avasalladora experiencia inaugural, que gozó de un sonido puramente tradicional chino, producto del trabajo de varios compositores encabezados por Tan Dun, quien personalmente compuso varias de las obras que resonaron no sólo durante la ceremonia, sino en los estadios, plazas y calles, en los eventos, en las premiaciones y entregas de medallas. Todo acto olímpico fue vestido por sus notas musicales.

Terminó la justa olímpica como todas las demás, y todos volvieron a sus asuntos. Pero dado su renombre, así como a su sencillez y gran simpatía, apenas unos meses después Google lo eligió para encabezar el proyecto YouTube Symphony Orchestra.

Éste reclutó músicos al rededor del mundo, los cuales participarían tocando en una orquesta sinfónica grabando sus videos y publicándolos en la Internet (sí, obviamente en YouTube).

Al final del certamen, los elegidos (por los votos de los visitantes de la plataforma) tener el privilegio de ser dirigidos por el mismísimo Tan Dun en la premier de su nueva obra compuesta ex profeso: Internet Symphony “Eroica” I-IV.

Primer ensayo de Internet Symphony “Eroica” dirigido por Tan Dun con la primera edición de la YouTube Symphony Orchestra en abril de 2009

Hasta aquí todo bien, y nada habría pasado, y yo habría quedado maravillado con la originalidad de la obra, de no haber sido que por aquellos días llegó a mis manos un disco de esos que no se consiguen por ninguna parte: el álbum oficial de la ceremonia inaugural de Beijing 2008.

Este disco incluía gran parte de la música creada para los juegos olímpicos que recién habían concluido, de las que llamaron poderosamente mi atención las fanfarrias compuestas por Tan Dun para ser utilizadas durante las más de 300 ceremonias de entrega de medallas que tuvieron lugar en la justa olímpica.

¿Cuál fue mi sorpresa? ¡Que la sección más prominente de Internet Symphony “Eróica” y la fanfarria de Beijing 2008 son el mismo tema!

Grabación de una de las fanfarrias utilizadas para las ceremonias de entrega de medallas de los Juegos Olímpicos Beijing 2008.

Tal fue mi conmoción que, evidentemente tuve que investigar qué es lo que había sucedido. ¿Autoplagio? ¿Homenaje propio?

Ahondando  pude averiguar que (al menos la primera sección del tema) está derivada de una pieza tradicional china llamada Mo Li Hua, que en español significa Flor de Jasmín, el cual puede ser escuchado – sobretodo cantado – en actos tradicionales o, incluso películas

Ahora, ¿sería justo que Internet Symphony “Eroica” es una obra original?Está basada en otra, y fue comisionada por Google, y es prácticamente idéntica a la música que usó para Beijing 2008. Sí, ambas del mismo compositor, pero qué tan válido es reciclar de esta manera el trabajo.

También el Comité Organizador de los Juegos Olímpicos le comisionó al compositor la creación de la música para un evento de talla internacional. La  mayoría de los compositores suelen repetirse en algún momento, o retomar trabajos previos y expandirlos, reeditarlos, mejorarlos o cambiarlos. ¿Pero se vale vender la misma obra dos veces?

Seguramente Tan Dun sabía el alcance que tendría su composición al tratarse de un proyecto encabezado por Google y YouTube, y pensó que tendría un impacto mayor que la fanfarria de las ceremonias olímpicas, que, si bien fueron para un evento internacional, nunca pasaron de ser mera música de fondo.

Entonces, Tan Dun habrá querido aprovecharse de esto para plagar a la composición que pensó se volvería viral, del espíritu nacionalista de su país. Una manera de dar a conocer un poquito de China al mundo. ¿Será acaso eso?

La opinión al final es de ustedes…

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